
No todos los empaques son iguales cuando hablamos de impacto ambiental.
A diferencia del plástico convencional que al degradarse libera químicos dañinos y microplásticos que contaminan el suelo, el agua y afectan a los ecosistemas, las bolsas compostables están diseñadas para volver a la naturaleza sin dejar rastro.
Cuando se desechan correctamente (en condiciones de compostaje), se transforman en CO₂, agua y biomasa, contribuyendo a un ciclo natural que no contamina ni deja residuos tóxicos.
Esto no solo reduce significativamente la huella ambiental, sino que también representa un paso importante hacia modelos de negocio más sostenibles y responsables con el planeta.🌍
En un mundo donde los consumidores valoran cada vez más el compromiso ambiental de las marcas, elegir empaques compostables no es solo una opción ecológica, es también una decisión estratégica.